La adicción

Preguntas y Respuestas (Q&A): una enfermedad grave con muchas facetas

En el marco de nuestra serie informativa, abordamos periódicamente temas de relevancia médica y social. En esta ocasión, Marianne Umaña y Max Kälin tratan el tema de la adicción desde una perspectiva profesional.

¿Qué se entiende por una enfermedad adictiva? ¿Qué sustancias o comportamientos pueden generar dependencia? ¿Cómo se originan y se desarrollan este tipo de trastornos?

La siguiente sección de preguntas y respuestas ofrece una visión detallada sobre la complejidad de la adicción, haciendo especial hincapié en sus repercusiones físicas, psicológicas y sociales.

Preguntas (Q): Marianne Umaña
Respuestas (A): Max Kälin

  • Q: ¿Qué es la adicción?
  • A: La adicción es un deseo desbordado, una necesidad que se ha salido de control. El espectro va desde el consumo o la práctica ocasional hasta la dependencia que destruye la vida.
  • Q: ¿A qué se puede ser adicto?
  • A: A muchísimas cosas. Primero, a sustancias: alcohol, nicotina y tetrahidrocannabinol (THC), que suelen ser visibles y, en parte, socialmente aceptadas. Las drogas de fiesta como MDMA o LSD, los medicamentos (por ejemplo, benzodiacepinas), los opioides, la cocaína y los estimulantes como el metilfenidato (MPH) son por lo general menos visibles, pero pueden ser mucho más peligrosos. Detrás de todas estas sustancias hay poderosas industrias que fomentan la adicción y se aprovechan de las personas dependientes. Además, existen contenidos de tipo mental que pueden generar adicción: trabajo, sexo, deporte, conducta alimentaria, ideales de belleza, espiritualidad… Casi cualquier cosa puede convertirse en adicción.
  • Q: ¿Qué le ocurre al cuerpo y a la psique?
  • A: Físicamente (somático): El consumo intravenoso o las relaciones sexuales sin protección pueden conllevar infecciones como VIH, hepatitis B o hepatitis C, además de enfermedades parasitarias como la sarna o los piojos. Psicológica y socialmente: El aislamiento social (alejamiento del entorno), la vinculación con personas en situaciones similares y la “presión de aprovisionamiento” favorecen la ansiedad y la vulnerabilidad al chantaje. La vida se convierte en una prisión.
  • Q: ¿Cómo empieza la enfermedad adictiva?
  • A: Muchas veces de forma paulatina, en un ambiente social y de buen ánimo. Otras veces de manera brusca, como en el caso de la heroína. El paso del consumo ocasional a la dependencia suele ocurrir gradualmente, pero de forma imparable.
  • Q: ¿Cómo se desarrolla la enfermedad adictiva?
  • A: El consumo pasa de ser ocasional a regular y compulsivo. Pensamientos y emociones giran en torno al objeto de la adicción. La adicción se convierte en la “jefa” de la vida. Hay pérdida de control: la adicción domina todos los aspectos de la existencia. Desarrollo de tolerancia: se necesita cada vez más. Cuando no se alcanza la “dosis de mantenimiento”, surge un deseo angustioso (craving). Se descuidan las obligaciones y ni siquiera los daños o los sentimientos de culpa consiguen cambiar la situación.
  • Q: ¿Cuáles son las causas?
  • A: Suele ser una combinación de factores individuales, familiares, sociales y biológicos. Existen predisposiciones genéticas, trastornos mentales como depresión, ansiedad, trastornos de la conducta alimentaria, traumas en la infancia o en etapas posteriores. En cualquier caso, sin disponibilidad no puede darse la adicción. Incluso algunos animales buscan el efecto de la fermentación en frutas maduras. La necesidad de “embriagarse” podría responder a un mecanismo biológico.
  • Q: ¿Qué se puede hacer?
  • A: Buscar ayuda, primero entre las personas de confianza. La verdadera amistad supone apoyar sin juzgar, sin reprochar ni humillar. El remedio más importante es el calor, la seguridad y la acogida. Sin embargo, la auténtica amistad es poco común.
  • Q: ¿Qué papel desempeña la medicina?
  • A: La medicina puede contribuir de varias maneras: Terapia farmacológica, incluida la sustitución. Protección mediante la reducción de daños (harm reduction). Pequeños pasos terapéuticos alcanzables; expectativas poco realistas y la presión excesiva resultan contraproducentes.
  • Q: ¿Cómo se debe tratar a las personas con adicción?
  • A: Con empatía, no con juicios. Con confianza, pero entendiendo que el abuso de esa confianza es parte de la enfermedad: las personas con adicción no pueden actuar de otra forma. Con control, pero solo el necesario. A nivel físico: aliviar el dolor y los síntomas de abstinencia. A nivel psicológico: manejar la desesperación y fomentar la motivación. A nivel social: ayudar a crear una rutina diaria, buscar vivienda y trabajo.
  • Q: ¿Y usted en lo personal?
  • A: He trabajado con personas adictas desde 1987, en aquel entonces en el Baylor College of Medicine en Houston, proporcionando metadona a pacientes dependientes de heroína y tratando a recién nacidos en procesos de abstinencia. Siempre he atendido a personas en situación de exclusión social, dado que la marginación y la adicción con frecuencia van de la mano. Las enfermedades físicas asociadas pueden volver el cuadro muy complejo. Como llevo décadas en la práctica, he tratado a muchos pacientes con casos muy complejos y sé lo frágiles que pueden ser. Además de mi amplia experiencia física (somática), poseo la certificación SSAM en trastornos adictivos (reconocida por la SIWF).
    Mi objetivo es reducir el miedo y proporcionar protección. La adicción también afecta al sistema inmunitario: sufre y, a partir de los 40 años aproximadamente, comienza el deterioro inmunológico de las personas con adicciones. Me alegra cada pequeño progreso con mis pacientes y sé cuán difícil puede llegar a ser esta enfermedad.

Scroll al inicio